GALLETAS DE MANZANA Y AVENA
Esta receta de galletas de manzana y avena la encontré en un recetario de maizena, y aprovechando las vacaciones de Pascua, me he puesto mano a mano con los niños a elaborarlas. La verdad es que ha sido un momento muy divertido y las galletas una vez horneadas, han resultado un snack muy saludable y realmente deliciosas.
Las manzanas verdes nunca las había probado, son muy ácidas, pero creo que son las que más le van a estas galletas.
A mí me salieron más blanditas, pero cuanto más doraditas están, al enfriar están más crujientes y más caramelizadas; ¡¡¡puro vicio!!!
La avena es un alimento con un alto contenido en nutrientes y es conocida como la reina de los cereales. Aporta vitaminas A y E y vitaminas del complejo B, hierro, zinc, calcio entre otros minerales. Posee hasta un 25 % de proteína, superando a cualquier cereal.
Tiene seis de los ocho aminoácidos esenciales, esto convierte a este cereal en el más completo que hay. Regula el sistema digestivo, debido a su buena cantidad de fibra soluble.
Regula los niveles de azúcar, satisface el apetito dado que contiene un tipo de fibra de absorción lenta.
Si nos dejamos los ingredientes que vayamos a utilizar, encima de la zona de trabajo, cocinaremos de una manera más rápida y eficiente.
Ingrs. para unas 24 galletas:
- 135 grs. de mantequilla
- 70 grs. de azúcar
- 70 grs. de azúcar morena
- 1 huevo
- ½ cucharadita de esencia de vainilla
- 120 grs. de harina de trigo
- 60 grs. de maizena
- 1 pizca de sal
- ¼ cucharadita de canela molida
- ½ cucharadita de bicarbonato
- 2 manzanas verdes
- 60 grs. de copos de avena
Preparación:
Precalentamos el horno a 180º C
Ponemos en el vaso 135 grs. de mantequilla junto con 70 grs. de azúcar y 70 grs. de azúcar moreno. Batimos 50 seg./ vel. 3 y ½, hasta lograr una crema.
Añadimos tamizando, 120 grs. de harina de repostería, 60 grs. de maizena, ¼ de cucharadita de canela molida, 1 pizca de sal y ½ cucharadita de bicarbonato.
Vertemos la mezcla en un bol grande.
Pelamos y rallamos las manzanas, las escurrimos aplastándolas con una cuchara para que suelte el jugo.
Forramos una bandeja de horno con papel vegetal y vamos colocando pequeñas cantidades de masa, dejando una separación entre ellas de 5 cm.
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